21 de diciembre de 2007

Rumbo a los Andes (Xmas Comeback Special)


Ahora que con mi madre he dado vida a este blog de nuevo, aprovecho para comunicar oficialmente lo que muchos ya sabéis, que ya cumplo dos semanas ejerciendo de rioplatense en Baires! Llegué a la Argentina!


(Qué yuyu si esas banderas fueran rojigualdas, no? Precisamente se enorgullecen de haberse deshecho del yugo español... aunque ahora nos vinieran tantos, así piola. Buena onda. ;-)

El tiempo parece haberse detenido aquí, tras las intensos días en Costa Rica y Perú donde siento pasé una vida. Creo que (in)conscientemente he caido en período de desintoxicación (dice María, mi anfitriona, q esta casa es terapéutica...). Supongo que empiezo a recuperar el ritmo habitual de la vida, ahora que definitivamente me planteo la vuelta a casa a poco más de un mes vista. He puesto los porqués en la balanza y pesan más la ganas de empezar de nuevo que la presión de la economía o la añoranza, así que se acerca la hora. Muy satisfecho de haber vagado por estos mundos, conociendo y reconociéndome. Aún con el agridulce regusto a final del verano (precisamente cuando comienza en este hemisferio), acumulo ahora multitud de ilusiones que sólo retrasaría acá. Supongo que a la sensación de tensa espera contribuye la atmosfera onírica con que recibo estas Navidades que no acabo de asumir. Me supera que mantengan el tradicional abeto de plástico y los gorros del viejo Claus con este calor.



Pese a todo, mi primer año con dos veranos supone mis primeras Navidades realmente lejos de casa, así que HAPPY XMAS queridos!

http://youtube.com/watch?v=s8jw-ifqwkM



Comienza la cuenta atrás, para un nuevo año y para que vuele a buscarme quien lo ha cambiado todo, meua dolça Xènia. Sin ella, hubiera sido un viaje diferente, sin duda. Pero yo quería ser diferente. Dejar de sufrir por las puertas que nunca abriré y saber vivir plenamente el camino escogido con pasión. En todos los sentidos, no sólo personalmente. Llegó el momento y esa aventura comenzará tras las vacaciones que muy pronto nos regalaremos al pie de los Andes. Tres setmanes amor!!! Todavía por encima de todo.

http://es.youtube.com/watch?v=vg4dnFx6JW0&feature=related

“I'm so tired of being alone
I'm so tired of on-my-own
Won't you help me girl
Just as soon as you can

People say that I've found a way
To make you say that you love me
Hey baby, you didn't go for that
It's a natural fact
That I wanna come back
Show me where it's at, baby”

Antes de que se precipiten los acontecimientos cuando vea las primeras rostros conocidos en dos meses y medio, mis “cuñados” Tània y Pluma para celebrar las campanadas, querría recuperar la experiencia peruana que ha supuesto el clímax de mi viaje.



Flashback a la última noche de noviembre. Debo esperar 9 horas mi conexión a Cusco en el aeropuerto de Lima. Espacio que se aleja mucho de la imagen rural que tópicamente llevo en la cabeza, salvo por las señoras mayores que temen usar las escaleras mecánicas. Restaurantes y tiendas abiertos hasta mucho más tarde que en cualquier homólogo europeo, centro de masaje e internet 24 horas, aunque la red wi-fi se desploma a mi llegada. Un personal de información y seguridad especialmente atento –ese Lee con familia en Andalucía, que me hace sentir tan habitual del aeropuerto como Tom Hanks en “La Terminal” –... pero una lamentable ausencia de asientos relativamente cómodos en los que echar un sueñecito.


Así que duermo una hora en una esquina, con la almohada y manta que convenientemente afané del vuelo anterior, y me encamino hacia la antigua capital del Imperio Inca.


(CONTINUARÁ en muy breve, esta vez sí)