19 de enero de 2008

FIN


En una película esta podría ser la última imagen. Comienzan los créditos, la cámara se aleja y desenfoca, y la mayoría del público queda satisfecho con un happy ending. A mí, sin embargo, siempre me han parecido más realistas los finales abiertos, esos en los que sólo puedes hacer hipótesis sobre el futuro incierto de los protagonistas. Y es que en la vida el fin no se ajusta a las expectativas, las esperanzas o las ilusiones y siempre llega por sorpresa. Las cosas casi nunca son como uno espera. Y los sueños y los cuentos de hadas, como todo, también tienen su fin.

Será de nuevo por culpa que asumo los acontecimientos como resultado de un mal karma, aunque también los aprovecho como nueva lección de vida que pone rúbrica y añade sentido a este viaje. Ciertamente se ha cerrado un ciclo. Por fin comprendo exactamente, esta vez desde el otro lado del cañón, lo que se siente cuando una bala perdida mata al amor.

Creí que seguir adelante era sólo cuestión de voluntad. Y pese a todo, mientras el tiempo no se esfuerce en demostrar que me equivoco, me niego a dejar de creer en los mismos ideales. Los inicios y los finales son parte del mismo ciclo, de un conjunto infinito de ciclos donde la vida y la muerte son lo mismo. En el fondo nada se para, destruye o desaparece, sólo se transforma.

Todo lo aprendido en los últimos tiempos mantiene intacta su valía. Por una vez, no cambiaría nada. No fantaseo con haber transitado otros caminos. Con la misma firmeza y tristeza suscribo a la Piaf: Non, je ne regrette rien.

http://youtube.com/watch?v=d5MUs9l66oY

Y poder sentir eso, es un lujo. Valió la pena.

Es curioso, porque sentía que Argentina tenía parte en mi destino, pero nunca pensé que fuera así. Tampoco me llevo mal bagaje del Buenos Aires que siempre recordaré gris y quemado por el sol. Quizá no le he mostrado mi yo más alegre, pero sí el más feliz de ser quien es.

Así que ante el cambio de idea, cambio de planes. En un par de días pongo rumbo al océano de Uruguay. Una vez más sanaré mis heridas en el mar.

Adéu.